Carta.

Recuerdo aun la tarde en que llegó, sus ojos jovenes brillaban como el sol, su delgada figura genero una vista maravillosa en el dintel de mi puerta.

Quien es -pregunte-
Soy Vxxxx la nueva practicante, respondió presurosa a mi pregunta, recuerdo que me saludó y yo me embriague en el aroma que despedia su cabello. Hacia tiempo que no veía una mujer tan joven y llena de vida como ella, ciertamente no he salido desde que mi esposa me dejó, me cambio por un ignaro puberto que decía se jugador de paintball, imbecil; pero ese instante sentí que mi vida cambiaba solo con verte. Debes tener defectos, lo se pero no importa, su estrepitosa risa talvés esa desviación imperceptible en su brazo derecho.... todo es perdonable porque está aquí.

Su primer deber fue ordenar todos mis libros, esos viejos y sabios compañeros en la soledad, empolvados algunos, otros con la marcada huella del timpo en sus hojas, pero todos ellos llenos de sabiduría; Nietzsche, Poe, Becker, Heffner, Capotte, Adoum, Shelley, Vargas Vila, todos y cada uno de ellos me enseñó algo valioso, la ciencias, el arte cada cosa maravilloa de la que mi cerebro se alimentaba estaba en esas páginas. Lo hizo bien cada libro en su sitio, cada texto en su lugar.

Pasaron los días y las labores en mi estudio terminaban, cada vez era menos los que le podía pedir, estaba todo hecho, y lo hizo bien. Le di la tarde libre para que conozca mi biblioteca, debia salir a comprar una muñeca inflabble, pero no se lo iba a decir. Al abandonar la habitación mire algo extraordinario... sí, de su bolso emergió un libro... era simplemente perfecta, será que la muñeca ya no es necesaria, me pregunté, pero por si las dudas salí. Al regresar tenía en el auto la muñeca y en mis manos un ramo de rosas, bellas, dulces, frescas, como ella. Me acerqué despacio y le pregunte: ¿Vxxx, que lees? a lo que ella respondió, Un grito desesperado de Cuautemoc Sánchez ........................ Queeeeeeeeee, eres idiota o que, no quiero verte en mi oficina, chueca estúpida, acaso no sabes el daño que le hizo ese cretino, Coelho y Choprak al mundo, claro como eres medio torcida, gorda y encima tienes caspa, no te bañas ....... sabes que largate, no quiero saber nada de ti ni de tus libritos de mierda que compras en las esquinas.... que mierda te pasa eres del juan 23 o algo asi... imbecil.

Desde ese fatídico dia no la volví a ver, ni siquiera regreso por el certificado, solo llegaron una boletas de auxilio por daño psicológico y nada mas..... Mi muñeca aun esta conmigo